Este viaje comenzó como un experimento... No, no es verdad. Este viaje comenzó nomás por las ganas de hacer un viaje largo en bici, un #cicloviaje, aprovechando las vacaciones de fin de año. Nos preparamos: ropa de invierno, bolsa de dormir, tienda, mantenimiento de la bici, alforjas… Y llegó el día luego de muchos gastos e ilusiones por la salida que se aproximaba.
Iríamos al centro del país: Querétaro y sus alrededores. Luego rectificamos: hacia el este. En principio haríamos la ruta Cuernavaca-Atlixco-Tehuacán-Nochixtlán-Oaxaca. Parecía interesante: subida, frío, otro estado, la distancia… Pero algo nos llevó por otro rumbo. Google Maps indica, al trazar una ruta, el camino “principal”, el “más fácil” —entiéndase más directo—, entre un punto A y un punto B, siempre para el automóvil como primera opción (hasta en Google Maps el automóvil es prioridad), así que nos preguntamos: ¿y si trazamos una ruta por caminos secundarios?, ¿nomás para explorar?, ¿nomás para evitar las carreteras y los camionsotes?
Otra condición importante era el alojamiento. ¿Dónde llegar? Existe el grupo de la Red de Apoyo Cicloviajero (RAC) pero en su mapa sólo aparecen registradas, en esta zona, bases de apoyo en ciudades principales. Para nuestra ruta inicial, encontrábamos en Atlixco, en Puebla, en Tehuacán y en Oaxaca; pero en pueblos y ciudades menores no hay presencia de la red. México es un país muy grande; falta ampliar el campo de acción y de batalla en apoyo a los cicloviajeros.
Nuestra nueva ruta: Cuernavaca de Cuauhtémoc Blanco-Izúcar de Matamoros-San Juan Raya-Asunción Nochixtlán-Oaxaca de Juárez. Saldríamos de Cuernavaca el 26 y estaríamos en Oaxaca el 29 de diciembre. Tomaríamos otros rumbos al día siguiente para pasar el fin de año con la familia y los seres amados, como se acostumbra.
Pero hicimos una pequeña variante. Nuestro primer destino sería la laguna de Epatlán, localizada entre San Juan Epatlán y Xochiltepec, en Puebla, muy cerca de Izúcar. Ahí acamparíamos y, al segundo día, continuaríamos hacia San Juan Raya (antes de San Juan Raya está San Juan Ixcaquixtla, así que bien podríamos llamarle a ésta la Ruta de San Juan).
Pero hicimos una pequeña variante. Nuestro primer destino sería la laguna de Epatlán, localizada entre San Juan Epatlán y Xochiltepec, en Puebla, muy cerca de Izúcar. Ahí acamparíamos y, al segundo día, continuaríamos hacia San Juan Raya (antes de San Juan Raya está San Juan Ixcaquixtla, así que bien podríamos llamarle a ésta la Ruta de San Juan).
Pero todo fue un fracaso. O un éxito, según se vea. De acuerdo con nuestros planes, recorreríamos entre 120 y 150 km diarios. El tramo más extenso era el tercero: 170 km desde San Juan Raya hasta Asunción Nochixtlán.
Sí, claro. No suena complicado, siempre que se omita el desnivel del terreno: una ruta, por Huajuapan de León, nos marcaba más de diez horas de pedaleo continuo y un desnivel positivo de 2,397 metros; otra, por Tehuacán, nos marcaba también más de diez horas con un desnivel de 2,637 metros. Cualquiera de las dos parecía una locura. Y lo fue hasta el punto de que resultó imposible cumplir con el trayecto en el plazo de cuatro días que nos pusimos. Tal vez si hubiéramos contemplado un par de días más, o en una de esas encomendándonos a San Juan.
Sí, claro. No suena complicado, siempre que se omita el desnivel del terreno: una ruta, por Huajuapan de León, nos marcaba más de diez horas de pedaleo continuo y un desnivel positivo de 2,397 metros; otra, por Tehuacán, nos marcaba también más de diez horas con un desnivel de 2,637 metros. Cualquiera de las dos parecía una locura. Y lo fue hasta el punto de que resultó imposible cumplir con el trayecto en el plazo de cuatro días que nos pusimos. Tal vez si hubiéramos contemplado un par de días más, o en una de esas encomendándonos a San Juan.
La Crítica de la Razón Práctica en el puente de la entrada a Los Reyes Teolco.
